martes, 26 de mayo de 2009

¡¡¡Quiero ser Libre...!!

Hay muchas cosas que tengo las ganas de contar, pero siento que no se por cual comenzar.

Mientras que descargo música gratis desde http://www.jamendo.com/, (una página donde los artistas independientes suben sus discos, para compartirlos con el resto del mundo y quizás obtener algo de dinero por ellas) no puedo dejar de recordar esos 7 años donde cualquier clase de música que causara emociones era pecaminosa para mi, sobre todo porque no era música de iglesia como a la que yo asistía, porque era música del mundo... ¿a qué iglesia yo iba? a la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile.
No tengo nada contra las personas que se autodenominan pentecostales, antes bien, me identifico con lo que creen ellos y no tengo miedo de decir que aunque yo no haya tenido nunca alguna experiencia como la que se describe o que he observado en mis amigos y familia, no acredito que lo que ellos viven sea parte de alguna alucinación, un enorme deseo de trascendencia materializado en la alucinación, ni nada que sea alucinógeno... Creo que las experiencias pentecostales hoy en día son reales, solamente que al Señor no le ha placido que yo las tenga.

No creo que las personas que van a iglesias pentecostales sean supersticiosas, aunque creo que las hay, y así como creo que en todas las iglesias la superstición existe, por la fuerza de las tradiciones que impregna cada una de nuestras congregaciones. El año pasado no más, me encontré en la oficina de GBU con un chico que va a una Metodista Pentecostal y que está estudiando para ser árbitro de fútbol, una actividad demasiado mundana, según algunas tradiciones de las que antes se me había convencido...

¿A qué quiero ir con todo esto? no se, puede ser que sea para explicar que muchas de las cosas hoy hago, serían juzgadas por el Tuto de ayer con palabras como: "¡pecador!", "¡mundano!", "gracias Señor por librarme de ser como él", "Señor, por favor, sánalo de todos sus males, en el Bendito y Santo nombre de tu hijo amado Jesús, mi Bendito Salvador, amén...".

A pesar de haber conocido el mundo de los evangélicos a los 11 años, lo cual implicaba ir al punto de predicación, ir al ensayo del coro de niños; peregrinar con los hermanos por las calles aledañas a la iglesia para volver después del punto, cantar lo ensayado; ir a la Jotabeche una vez por mes, vestirme formal, a lo Kike Morandé, con mi camisa celeste y mis pantalones beish... Ocupar el domingo entero en la iglesia, viajando desde Maipú a Lo Prado, a la Clase los Juncos... Alzar las manos en el culto, tener formas de adulto aún siendo shico (jijiji...)...

Adquirí muchas formas en mi "introducción al mundo evangélico con énfasis metodista pentecostal", un ramo que creo que aprobé no arrastrando, pero si, tras del cual, me cambié a una universidad secular...
Con mis papás comenzamos a ir a la casa de unos tíos en Melipilla, después de la escuela dominical, por lo que dejamos de ir al culto de la tarde; luego observamos que si queríamos disfrutar mejor con nuestra familia en la casa de la tía Orfelina, podíamos faltar a la iglesia de vez en cuando...
Con mi hermana de 18 y yo de 12, íbamos a la iglesia solitos... Luego asistía yo de vez en cuando a la escuelita dominical... Ya no iba...
Y a pesar de no ir ya, mis formas y apreciaciones del mundo se mantuvieron... El mundo, era un enemigo y todo lo que directa o indirectamente me llevara a él era enemigo para mi, por ende, todo lo que tuviera un origen allí no podía tener nada bueno... Cantar alguna canción de la radio me producía algún sentimiento de culpabilidad... quizás el posible cariño por una chica, por las posibles consecuencias mentales imaginativas, era también algo que debía tratarse con cuidado... El bailar, el tomar de vez en cuando una copita de menta, o un cortito de mango sour, el reirme a carcajadas, el teatro, el ir a alguna fiesta, el no hablar solemnemente cuando de Dios se trataba, la guitarra eléctrica... ¡Aaaaaaaaaaaahhhhhh! ¡Tantas cosas estaban vetadas para mi! ¡Tantas cosas de las que disfrutaba con culpa, porque sentía que Dios no las aprovaba ya que eran carnales, porque eran del maldito mundo contaminado por la influencia satánica presente en todo! ¡¡Todo era pecado!! ¡¡Cada cosa me contaminaba!! ........ Y eso que no iba a la iglesia...
Me preguntaba ¿por qué había tenido que sentir tantas cosas en esos 6 o 5 años?, ¿por qué Dios me había permitido vivir tantas experiencias horribles?, ¿por qué estuve alejado de la iglesia tanto tiempo?... Con mi tendencia a envanecerme (que canuta esa palabra!) con facilidad por todo logro, por pequeño que fuese, creo que Dios me tuvo tantos años alejado de la iglesia, para poder conocerlo mejor...
¿alejado de la iglesia, para conocer mejor a Dios? De pronto escucho unos chanes! a mis espaldas...

Me encanta la música, porque me divierto, me envuelvo en sentimientos agradables con ella, me puedo reir, puedo buscar crear mis propias emociones a partir de alguna canción, logro observar a mi mundo con los ojos del intérprete, describir mi vida (o un pedacito de ella, a través de una canción, o un pedacito de ella) y por sobre todas las cosas: puedo comenzar a alabar a Dios con ella, puedo demostrarle con sinceridad cómo me siento, puedo incluso, con los dones que él me ha dado, compartir con otros y ayudar a que otros se sientan cómodos cuando estamos cerca, porque es El mismo el que está entre nosotros, no solamente con canciones de canutos, sino con muchas otras canciones hechas por mundanos...
Cristo en la cruz redimió todas las cosas, el redimió mi vida entera y me hizo libre de toda cadena que me pudiese atar, las cadenas que las tradiciones humanas han impuesto en mi no están exentas de este enunciado eterno que se repite por siempre y siempre en donde quiera que esté...
La música como creación no nos aleja de Dios, antes bien, nos da ciertas claves de cómo entender a Dios, como creador; nos permite apreciar en microescala que somos hechos a su imagen y semejanza, que así como El, también nosotros podemos crear y recrear; transformar y hacer de este lugar, un lugar donde El esté, mientras no decida aún crear un mundo nuevo para nosotros...

Dios los bendiga.

Gloria a Dios al cubo!!!!!!!

Y un regalito...

Digan conmigo:
"Hoy decidí rompre cadenas, quiero escapar de mis quimeras..."
"¡¡¡¡¡Quiero ser libre, libre, libre como el viento...!!!!!"

4 comentarios:

JamesRock7 dijo...

Ta weno.

ReCuerDa (a lo Tulio Triviño) que MuChos de los que estamos en la igle NO hemos pasado esas cosas (aunque algunos sí, y nos hemos sorprendido). Yo p ej no he hablado en lenguas, que recuerde. En fin.

Con respecto a lo PECADOOOO!! yo tb lo viví, y aún lucho con eso, a veces. Luego podemos hablar de eso.

Hay que sacarse las cadenas de cuando uno era shigo-shigo, porque pueden ser bastante pesadas.

Además, no quiero que me vean con ellas, y menos en GBU - y menos en Chillán, pq me las pueden quitar...

jajajajajaj

Saludos!!

Unknown dijo...

Wena wAshooo ¡¡

mu wena la song ..
aunque prefiero Lastima xD ¡¡

uN Abrazo chipamogli

Os kero, os amo,si tubiera un hijo le pondria Alvaro .. xD

Noemelie dijo...

me sentí identificada con lo que dijiste de "tener formas de adulto aún siendo shico (jijiji...)..." me solía pasar...
te faltó lo del "Tristimonio" xD pucha que era incómodo cuando todos hablaban de lo mal que estaban y de lo bien que estaban ahora con Cristo, y yo no tenía punto de comparación de un antes y un después... xD
lo de hablar en lenguas! pf! "PAN COMIDO..."
RAMBOZACALABAZUCA!
USALAMANGALARGA!
PISALARAMASECA!
HUECHURABATOBALADA!
CACHALAMATAECOCHAYUYO!

xD

saludos!

cehd dijo...

imaginate mi contexto, imp de campo y tres amigos que nos gustaba el rock duro cristiano (puede acaso de una fuete salir agua dulce y salada suena por ahi???) fue complicado, lo bueno, es que por lo que he visto en las iglesias metodistas pentecostales ha habido apertura, no en todas, apetura en relacion a lo que habia antes... pero tal como dices es complicado cuando de tradiciones se trata, un dia parlaremos sobre igleias don tuto

xauxara