jueves, 1 de enero de 2009

Hablé con ella

Detesto a Almodovar con todas sus temáticas cuáticas y su abuso de Penélope Cruz (qué hace una chica como ella en películas como aquellas), por eso parto explicando que "Hablé con Ella" no tiene nada que ver con el nombre de una de sus películas: "Hable con Ella". Grandes diferencias hacen los tildes...
Y... emmm... después de un horrible descubrimiento en mi facebook, hablé con Ella. Las cualidades sapísticas de "Libro de Caras" me obligaron a hablar con Ella, la actualización automática de esta página en mi facebook no me dió tiempo para bloquearla en ese hacedor de redes sociales y, "Libro de Caras" me sapeó.
Ella no debía leer mi blog, pero sí leyó la nota en facebook. Y mientras que las señales que mencionaba en la entrada anterior hacían bailar recuerdos en su cabeza, a medida que la leía, su cuerpo se hundía cada vez más en su asiento, como si sus posaderas estuviesen descanzando sobre un sillón (cojín?) puff que luego se transformó en arena movediza...
Mencioné en alguna nota de "Libro de Caras" que pocas cosas me dan vergüeza hoy en día, que estoy un poco anestesiado al umbral límite de exposición a situaciones embarazosas; como que no me doy cuenta; son intrínsecas las cuestiones que digo o hago: el hablar como Tun-tín (mi clown), el actuar como niño chico, el pronunciar las palabras como si fueran sutiles prosas (esta última frase está cargada de erres...): La vergüenza es escasa, pero leer el mensaje de mi amiga: "Ella soy yo... :(", me cubrió el cuerpo de ese recogimiento extraño que nos dá en el puff de arena movediza.
Recibir esa respuesta no me hizo ponerme colorado, pero hizo que cuestionara todo lo que había escrito y todas las interpretaciones que allí se encontraban acerca de las señales "correctamente percibidas" se fueron a las pailas. Y me bajó toda la vergüenza y la ansiedad subió.
Cuestionamientos vergonzosos surgieron, tales como ¿Qué pasaba si efectivamente Ella se reconocía a si misma en la publicación, pero Ella no encontraba que la "onda" que yo mencionaba existía? o , después de saber la verdad, ¿cómo la miraría a los ojos? Al saludarla, ¿le daría un acostumbrado cálido abrazo fraterno o un frío beso en la mejilla? al hablarle, ¿le pediría disculpas o le daría explicaciones? ¿Estaría enojada, preocupada o tan avergonzada cómo yo?
Causalmente (no casualmente) fuí a mi U el martes 30, y en una exhortativa conversación con mi fonoaudióloga (canutanoreligiosa a morir) mi celular con su "moderno" ringtone sonó. La pantalla de luz naranja anunciaba su nombre y recordé que la próxima vez recordaría las notas que hay que bloquear:

-Aló...- contesté extendiendo la 'a' y frenando intempestivamente en la 'o'
-Aló. ¿Tuto?- nada extraño en su voz
-Hola [...], ¿cómo estás? - la ansiedad volvía de a poco.
-Bien... - ahora un poco de incomodidad en su voz- Leí tu nota en el Facebook...
Pausa. ¿Qué más podía decir?:
-¡Qué vergüenza...!-avergonzado- emmm...
-Bueno... Yo quería que habláramos -silencio no tan tenso- ¿cuándo puedes tú?
Y lo que todo escogido debe saber (y nunca-nunca olvidar) es que Dios actúa a través de las oportunidades.
-Yo estoy en el Peda- Declaró.
Silencio un poco más tenso
-Yo estoy en el centro médico... en el Peda- dije.

Aquí la conversación fué un poco difusa, pero algo asi como "¿yo voy para allá o tú vienes para acá?", salió.
-Yo estoy por acá por [...].
-Yo voy para allá entonces...
Veinte minutos después, luego que la fono Elisa me sacara toda la foto respecto a mi autoestima y la forma en cómo estoy viviendo mi relación con Dios ("Este niño es todo tierno, todo amoroso... pero le falta creer que es hijo de Dios; del Rey [...] Que tienes una luz [puesta por Dios] que se oculta como con una capa y que no sale. Tú debes resplandecer, tienes algo muy grande... tienes al Espíritu Santo. Tienes que confiar en que Dios te hace nuevo. Que donde vayas tienes que respladecer [...] No es mirar a los demás en menos, sino mirarnos a nosotros en más, no por nosotros, sino por El..."), mi teléfono sonó nuevamente y le contesté. Me despedí y con una actitud renovada fui para [...].
Ella me mencionó que había leído todo. Confirmó que mis suposiciones eran verdaderas en su totalidad y que había perdido el interés en mí cuando pensó que a mí me gustaba Francisca (otro día les hablo de la Fran), lo cual no era cierto...
-Que loca la vida...
Era lo que no parábamos de decir.
Qué loca la Vida. Y conversabamos con respecto a que nuestra condición de pentebautistas (o bauticostales o bautistascarismáticos) nos daba una amplia gama de posibilidades respecto al conocimiento de la voluntad de Dios. En específico, al instante de esperar la ayuda idonea, la pareja, el complemento...
Decíamos que por qué era tan dificil hacer la voluntad de Dios, por qué nos era tan difícil escoger entre toda la multitud de opciones que teníamos, por qué el Señor no nos quitaba mejor las posibilidades para que fuese más fácil escoger.
Hablando salió que era porque Dios nos quería libres, que en su libertad nos daba todas las oportunidades para poder escoger.
Ese día almorzamos juntos, no hablaré de lo que le afectó a Ella (suficiente es que esto esté en "Libro de Caras", también). Y mientras Ella comía su ensalada de brocoli, lechuga y porotos verdes, conversábamos de lo que haríamos en los próximos días al son de las sorbeteadas a los Kapos que nos tomábamos. Yo daba mascadas a mi churrasco solo y la escuchaba: hablamos de los mensajes que veíamos a través de nuestro filtro canuto en películas, canciones y lecturas; cómo se hablaba de Dios, de esbozos de Jesús en Babe (El chanchito), de identidad cristiana en Corazón Valiente; cómo "Para tu Amor" de Juanes es una canción de adoración... Y de pronto nuestros temas de conversación eran de amigos...
¡¡Mi amiga estaba de vuelta o es que nunca se había ido!! No sólo era "Ella,lachicaqueestabaconÉl solamente, era mi amiga. [...] era mi amiga y compartía su vida conmigo como lo hacen los amigos. Y como habíamos aclarado todo, no había tanta posibilidad de malinterpretaciones, porque éramos amigos; Ella conocía mi interés de estar solo, esperando en Dios por cerca de un año. Yo conocía también sus luchas y anhelos. Porque éramos, porque somos amigos.
Luego hablamos de eso de no escuchar (sacrilegio!) música exclusivamente cristiana y al despedirnos en macul con grecia, antes de ir Ella a Miky y yo a la UTEM nos abrazamos, como solo los migos auténticos se abrazan al despedirse.

3 comentarios:

soyyo dijo...

debo decir que me siento feliz...de hecho emocionada, nunca nadie me habia llamado "magica", y en el contexto que lo haces desde el mismo que yo defino "magia" en mi mundo, me asombra....
Amigo a perseverar....no permitas que la Muchas aguAs Gritaron Iracundas Alto! se acabe en ti....el mundo mirado desde los quitasoles es mucho mas bello, atrae a la gente a los quitasoles y no permitas que el calor deshidrate tu mundo!!!
bendiciones mi esponjistico amigo

Anónimo dijo...

Leí todo, sólo tengo dos cosas que decir:


1. Genial tu valoración de los tildes, así me gusta.
2. Yo al "libro de caras" le digo "car'e libro"


Lo demás lo conversamos personalmente.


Saludos

soyyo dijo...

¿se puede vivir una decepción con alegría?... no lo dudes, las personas como nosotros aprendemos a vivir en alegria por sobre las circunstancias.....algo puedo decir que aprendi de ti; la vida tiene 2 perspectivas.....la de todos y la de tutin....cual es la correcta?, quien sabe, pero me planteo sonreir....gozarme de lo que se venga, y saber que el dolor siempre traera alegria!