El Primer "Experimento Marcos" del Hemisferio Sur: La invitación

Si. Así fué: En mis almuerzos express que cortaban agradablemente en dos mi trabajo como vendedor, por noviembre del 2011, en los cuales aprovechaba de ir a la Oficina del GBUCH atravesando los calurosos 30 grados que me separaban de ella. Allí compartía con el Gustavo.

[Mi trabajo quedaba en el punto verde, la Oficina de GBU en Valentín Letelier 1373, en el azul. Son como 20 min de ida, alcanzaba a estar 20 minutos y debía volver. Era 1 hora de colación]

Un día, en medio de una conversación que casi me hizo escupir mi arroz, él, con su serenidad característica, como un niño que está muy contento de los proyectos en los que se encuentra inmerso, con naturalidad me dijo:
-Conversamos con el Equipo [se refería a los asesores, la secretaria general y el administrador, creo] y estuvimos de acuerdo en que queríamos que fueras Jesús en el Experimento Marcos.
- Pfff- Si, casi escupo mi arroz. Hubo unos segundos de silencio pensativo- ¿Se puso de acuerdo el equipo?- Dije, como evadiendo el tema principal. Gustavo se rió, y luego le dije, interiormente agitado- ¿Y por qué?
La verdad no me acuerdo mucho de la justificación que me dió. Al parecer tenía que ver con que sabían de oídas que había actuado en algunas cosas. El Rompecabezas, entre ellas. Pero más allá de eso, no me acuerdo. Me sentía cognitivamente afectado y al parecer, había comenzado a transpirar antes de correr a mi trabajo, aunque podría haberse tratado de que en Santiago en esos días hacía mucho calor.
Al final de nuestro almuerzo/reunión, le dije que lo pensaría, que me diera dos días para pensarlo, que de cualquier forma se lo haría saber.
Llegué tarde después del Almuerzo, muy agitado emocionalmente y con la cara de la señora Cecilia, que a la pasada me comentó:
-¿No crees que te estás aprovechando?
Luego se fué, porque estaba siempre estresada y atendiendo cuestiones vinculadas con dineros y clientes molestos.

 

Había escuchado hablar del Experimento hace como un año y medio atrás. Que tenía relación con aprenderse el Evangelio de Marcos de Memoria, que la acción transcurría de una forma particular, que sería tan bueno para compartir el evangelio con personas que recién lo están experimentando... Desde el 2010 la idea de interiorizar las palabras de la Biblia, me han atraído profundamente. Integrar los Salmos o el Eclesiastés a mi estructura de pensamiento, como ecos que acompañen mis pensamientos de muerte o mis divagaciones absurdas, me es sumamente atractivo. La lógica es: Lo que tenemos dentro es lo que termina por salir de nosotros. Si tenemos dentro las Palabras de Dios, ellas saldrán de nosotros, no sólamente como palabras, sino también como acciones, cargadas con las intenciones de El...

Cuando Gustavo me contó que tendría que internalizar las Palabras de Jesús en particular, sentía que la hermosa filosofía construida sobre la internalización de la Biblia, me acechaba con un peso indescriptible, creo que lo podría explicar mejor con gestos o música, que con palabras... Aún no soy así de bueno, como para narrarlo por aquí, escribiendo, pero bué... Esto vendría a ser como un escalofrío y al mismo tiempo unas ganas enormes de respirar profundo... Es llorar de la risa mientras corres como si te vinieran detrás persiguiendo... La pena junto a la risa, la tensión con la relajación, el ruido con el silencio, la quietud con la agitación... Opuestos que se reúnen, se toman de la mano, se enfiestan y enlutan continuamente y viven... Es que así es Jesús: Lleno de Vida. Hermoso y Perturbador.

Pasadas las 48 horas, fuí a verlo en persona. Le dije que sí a Gustavo. Le dije que era muy desafiante. Que me parecía la representación de un misterio; que era no sólo decir el texto, era al final ser el texto, así como Jesús era el Verbo, que se hizo hombre, carne; que anduvo entre nosotros, hoy, una comunidad de 15 personas que sería un texto (traté de decir eso... Mis palabras fueron más pobres y burdas, pero eso quisieron decir). Le dije que en ese momento me sentía carente de toda mnenotecnia, que sería muy difícil aprendérmelo en... ¡Seis semanas! Seis semanas... Con el Conosur en medio, con terminar el segundo semestre en enero con todas sus evaluaciones, con tener que trabajar todos los días de la semana... Con ver poco a la Dani, con... Con todos mis pecados e imperfecciones, con toda la indignidad mía y aún poder ser un instrumento de las letras de Dios; de estar tan lejos del verdadero Jesús que lo canta toda la Escritura...
-...Es que es algo tan grande que... No sé...- Dije al fin. Como con un suspiro
-Bueno- se rió el Gustavo- También es una obra de teatro...
Oramos. Él oró por mi, por el equipo, por las personas que conocerían a Jesús a través del Esperimento en estas presentaciones.

Luego vinieron las Semanas de Aprendizaje. No pensé en ese momento, hasta en el mismo retiro del Experimento, que representaría al primer Jesús del Experimento Marcos del Hemisferio Sur... Algo en la guata me acosó en el mismo retiro a principios de febrero del 2012 cuando lo supe...